«Todo arte es un pequeño plan de ataque que da lugar a un crítica, inconformismo re-conducido mediante la manifestación artística siguiendo unas pautas y estrategias que posiblemente nos transporten a la pregunta: ¿por qué?».
Los activistas políticos Oleg Vorotnikov (izq.), Piotr Verzilov (C) y su esposa Nadezhda Tolokonnikova buscan agua durante el verano mientras vivían juntos en un coche cubierto, en Moscú 15 de julio 2008
Muchos admiran la valentía de Yekaterina Samutsevich, Tolokonnikova Nadezhda, y Alyokhina María, otros objetan la forma y la elección del lugar para su performances. Pero no nos engañemos, el impacto de la «Oración Punk» en la opinión pública no es el resultado casual de una broma post-adolescente. Al menos dos de las tres acusadas han surgido a partir de una escena de jóvenes artistas conceptuales que han participado en el activismo político durante años. Ellas sabían exactamente dónde golpear para que doliera más.
Conocí a Nadezhda y su marido Piotr Verzilov en 2007 después de que – el grupo de arte Voina que saltó a la fama internacional con una serie de espectaculares acrobacias en Moscú y San Petersburgo. Yekaterina se unió al grupo un poco más tarde. Nunca conocí a María Alyokhina durante mi estancia en Rusia.
Los activistas políticos Yekaterina Samutsevich (izquierda), Oleg Vorotnikov (Centro) y Natalia Sokol viajan en el exterior de un tren de cercanías, negándose a comprar las entradas, en las afueras de Moscú, 2 de junio de 2008.
Voina surgió de un colectivo informal de jóvenes artistas en un momento pre-crisis financiera de Rusia. Nacido en familias más o menos privilegiadas, estos jóvenes rechazaron las oportunidades de carreras que la educación universitaria podría haberles ofrecido con el fin de dedicarse a la exposición artística de temas que sus compatriotas prefirieron mantener en la sombra.
En Rusia, con una sociedad predominantemente conservadora donde la homofobia es una forma común de defensa de todas las cosas «naturales», la corrupción aceptada como un hecho de la vida cotidiana y el feminismo tiene a muchos, hombres y mujeres por igual, el mismo atractivo que tiene el mal aliento.
Estos artistas hicieron de su misión perturbar la población urbana centrada en su propia identidad y, sobre todo, desafiar la autoridad del Estado y la Iglesia, los dos pilares principales de la Rusia moderna a los que acusaron de sacar provecho de los prejuicios populares por el bien de la auto-enriquecimiento .
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«Queremos volar al espacio», Natalia Sokol me dijo en una entrevista en 2008, haciéndose eco de la instalación «El hombre que voló al espacio desde su apartamento», 1984 Ilya Kabakov, que cuenta la historia de un hombre que construyó un artilugio de resortes de la cama y bandas de goma para catapultarse fuera de su existencia mundana en la habitación de apartamento comunal soviético con el fin de unirse a la corriente energía que órbita la Tierra.
Las actuaciones conceptuales de los artistas que trabajan en la Rusia de Putin fueron diseñadas para crear precisamente eso: un aumento en la velocidad que se expulsara a sus conciudadanos de su zona de confort. Ha sido todo acerca de conseguir el choque desde el principio. «Un buena actuación es aquella que expresa algo que no se puede decir con palabras», dijo Verzilov en la entrevista.
Muchos de los protagonistas de esta escena vivían en la pobreza, a menudo sin un hogar permanente. Cultivaban la moda que podría ser comparada con el movimiento contracultural Zef de Sudáfrica: la ropa venía directamente de las cajas y armarios de los amigos, siempre en colores fuertes y, a veces vagamente, recuerdan a los estilos urbanos de antaño. Esto no sólo los pone en conflicto con la población en general, a la vez que también destacó su estado inconformista entre sus compañeros. Curiosamente, hoy en día, unos cinco años después, pasamontañas coloridos Pussy Riot han logrado elevar la moda basura y el activismo político en el reino del pop, obteniendo un amplio apoyo en Rusia y en el mundo de occidente.
Los artistas que conocí durante mi investigación rechazaban la promesa del comercio. El dinero era visto como el lubricante de un sistema que desprecian. Ellos rechazaron de plano su uso e hizo del levantamiento de los alimentos y bebidas en los supermercados, ¿adivinen qué?: una forma de arte.
El activista político Pyotr Verzilov (derecha) supervisa un truco, el simulacro de la ejecución de un trabajador inmigrante y un hombre gay, en un mega tienda Moscú, 7 de septiembre de 2008. Verzilov es el marido de Nadezhda Tolokonnikova.
Cuando empecé a trabajar en mi historia sobre esta escena, los artistas que rodean Voina estaban desarrollando una obra en colaboración con el ex disidente soviético, poeta y artista conceptual Dmitry Prigov. En una entrevista con Philip Metres, Prigov describió la deconstrucción de la inclinación del hombre hacia el totalitarismo como la motivación principal de su obra. Esto lo convirtió en un alma gemela de la más nueva generación de artistas conceptuales en Rusia.
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Nadezhda Tolokonnikova en una acción del grupo artístico Vöina | 24/08/2007 .Inesperadamente, Prigov murió pocos días antes de la actuación. Sorprendidos, pero lejos de abatidos, los artistas decidieron organizar un velatorio que siguiera el estilo que guardaba el trabajo del famoso poeta. Crearon un completo buffet con un montón de comida y vodka en el interior de un vagón de la línea circular de metro de Moscú para celebrar ‘Prigov junto con sus discípulos’. Naturalmente, todo esto pasó ilegalmente.
«Pir», fiesta tradicional en honor de la Federación de Rusia, Dmitri Prigov poeta murió antes de llevarla acabo en un tren de la línea circular del metro con la cooperación del grupo activista Vöina, Moscú, 24 de agosto de 2007. Nadezhda Tolokonnikova a la derecha.
Todo estos artistas ha sido diseñado para funcionar en múltiples niveles de significado, ya sea un evento muy ensayado no autorizada o una tarea cotidiana mundana. Esto hizo que salir con ellos a veces fuera difíciles y extremadamente irritante. Uno nunca sabía si ya había cruzado la línea que divide la vida «normal» y el arte, y a menudo te preguntabas si habías dejado la zona segura donde no podrías ser detenido por la policía.
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'Beso basura' o 'Kissing Cop en Rusia', defendiendo los derechos de la comunidad LGTB, participaron Nadeshda Tolokonnikova y Yekaterina Samuzevich en marzo de 2011.
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Una vez, después de una fiesta embriagante en una galería de Moscú, que había ido mucho más allá de los límites de la razón, me encontré despierto en un rincón debajo de pinturas abstractas, incapacitado por un dolor de cabeza y ajeno en cuanto a cómo llegué hasta allí. Vorotnikov ya había limpiado el lugar de todos los rastros de libertinaje de la noche anterior y, haciéndose pasar por un guía de la galería, estaba liderando un grupo de visitantes a la esquina donde estaba postrado y dijo: «Y aquí tenemos nuestra instalación más reciente». «Se llama ‘La postración del Periodista alemán».
La policía intenta expulsar a Nadezhda Tolokonnikova (izquierda), Oleg Vorotnikov (abajo derecha) y otros activistas políticos del grupo artístico Vöina de un tribunal después de que interrumpieran una audiencia en contra del director del Centro Sajarov, en Moscú, 29 de mayo 2009. El director de la ONG Centro Sajarov Yury Samodurov y Andrei Yerofeyev, ex-curador del anti-conformista departamento de arte y tendencias de la galería Tretiakov estaban siendo procesados por la incitación al odio religioso de la exposición de ‘Arte prohibido-2006’. Acusan a la corte de sesgo político, los activistas de Voina interrumpieron el procedimiento con música punk rock interpretada con instrumentos que logran introducir de contrabando en la sala del tribunal.
La elaboración y el ensayo de nuevos trucos, cada vez más audaces se convirtió en un trabajo de tiempo completo para los artistas. Pronto empezaron a vivir juntos en pisos diferentes y en un coche viejo sin calefacción, en constante desarrollo de su trabajo, leyendo poesía, discutiendo sobre las grandes ideas y los detalles de menor importancia con el fin de dar a luz a los niños, o como ellos lo llamaban, la producción de futuros activistas. En 2009, miembros de la banda Nadezhda y su marido Piotr dejaron Voina en un feo divorcio. Cuando Pussy Riot fue fundada en el año 2011 yo ya había abandonado Rusia. Sus puntos de vista políticos no sean plenamente coincidentes con los de sus predecesores, pero las declaraciones de clausura de los tres miembros de la banda muestran que su decisión de exponer la hipocresía no se había desvanecido de ninguna manera.
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Fuente:
Reuters. Un artículo de Thomas Peter
Revista Kafcafé 
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